Después de varios aplazamientos teníamos otra vez cara a cara al León de Belfast, poco que decir de su carácter, apareció y no dijo ni hola, se fue sin decir adiós, solo algún gracias suelto. Pero cuando se pone delante de un micrófono hace un trabajo enrome, acompañado de una banda excelente, con dos voces femeninas que dan a los temas una dimisión exquisita.
Este concierto es para paladearlo despacio y saborear cada nota que nos brindó el bueno de Van, un show muy centrado en sus últimos discos muy orientados al Blues. Las versiones que ejecutó simplemente una delicia.
Dejo un cachito del concierto mas abajo. Espero que os guste tanto como a mi.
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